Esta medida alinea a los Estatutos de la Ciudad con las prácticas electorales actuales, incluyendo el alineamiento de las elecciones locales con el calendario del estado y cambiar oficialmente cuándo se realizan las elecciones distritales. El legado de la segregación en nuestras ciudades ha hecho que la riqueza se concentre en algunos vecindarios y ha permitido que los vecindarios más blancos y ricos dominen los Concejos Municipales. Las elecciones del Distrito deben permitir que las comunidades de la clase trabajadora y las comunidades de color elija líderes que nos representen asegurando que toda la Ciudad, sin importar su riqueza o raza, esté representada.