Necesitamos calles seguras en mejores condiciones, transporte público puntual y confiable y alternativas a conducir que puedan ayudar a reducir las emisiones que causan el calentamiento global.
La Proposición L extiende un impuesto de ventas de medio centavo hasta el 2053 para financiar proyectos de transporte y permite que la Autoridad del Transporte emita hasta $1.91 mil millones en bonos para proyectos de transporte que serán pagados con los ingresos generados por el impuesto. La Proposición L tiene el apoyo de los socorristas que dependen de calles en buen estado para salvar vidas; de los usuarios del Muni, BART y Caltrain; de los ciclistas, de los conductores del Muni, de quienes abogan por la seguridad peatonal, de los adultos mayores y de las personas que tienen discapacidades.
Sabemos que esta es una forma regresiva de recaudar fondos y preferiríamos que el transporte público tuviera todos los fondos que necesita. Pero nuestra comunidades tienen mucho tiempo sufriendo debido a las injustas reglas tributarias que favorecen a los millonarios, a los billonarios y a las grandes corporaciones. Por eso apoyamos impuestos justos y equitativos, para asegurar plena y confiablemente que nuestros niños hereden educación y servicios públicos de calidad sin importar su apariencia o de dónde vienen. Mientras tanto debemos asegurarnos de que nuestras comunidades tengan acceso a los recursos que necesitan y este impuesto de ventas es un paso necesario para lograrlo.