En la actualidad, las reglas de nuestra ciudad mantienen a algunas de las personas más calificadas para ayudar a dirigir a nuestra comunidad en la periferia simplemente debido al lugar donde nacieron. Esta medida eliminaría estas barreras y permitiría que cualquier persona sea parte de juntas directivas y comisiones sin importar su estatus migratorio. También removería el lenguaje de género restrictivo de los estatutos de la ciudad.