Las compañías eléctricas deberían pagar estos impuestos, no los miembros de de nuestras comunidades. Esto representa un nuevo impuesto regresivo. Esta medida establecería un impuesto de 5% para los usuarios de los servicios públicos, recaudando $6.1 millones al año para los servicios de la ciudad.
Es posible financiar de forma plena y estable a nuestras ciudades, a nuestros servicios de emergencia, a la red de seguridad y a un mundo en el que todas nuestras comunidades puedan prosperar. Sin embargo, en lugar de hacerlo, estos recursos llenan los bolsillos de millonarios, billonarios y de las grandes corporaciones. Por esta razón apoyamos impuestos justos y equitativos –que son usados en presupuestos que aseguren que nuestros hijos hereden una educación pública y bienes públicos de calidad, sin importar su apariencia o de dónde vienen. En última instancia, pedimos que apoyen la Proposición 15 de California porque recuperará $12 billones al año que deben pagar las corporaciones más ricas para las escuelas y servicios comunitarios locales.