La educación pública está en la papeleta. Con presupuestos públicos llenos de agujeros multiplicados por el costo de la educación a distancia y de la instrucción segura en persona, los fondos escolares nunca ha sido más esenciales. Aunque preferiríamos asegurar que las corporaciones más ricas contribuyan lo que les corresponde en lugar de depender de irregulares impuestos parcelarios y bonos, renovar el impuesto parcelario actual de $164, que incluye excepciones para adultos mayores y personas discapacitadas, beneficiará a los estudiantes y a toda la comunidad.
Es posible financiar de forma plena y estable a nuestras ciudades, a nuestros servicios de emergencia, a la red de seguridad y a un mundo en el que todas nuestras comunidades puedan prosperar. Sin embargo, en lugar de hacerlo, estos recursos llenan los bolsillos de millonarios, billonarios y de las grandes corporaciones. Por esta razón apoyamos impuestos justos y equitativos –que son usados en presupuestos que aseguren que nuestros hijos hereden una educación pública y bienes públicos de calidad, sin importar su apariencia o de dónde vienen. En última instancia, pedimos que apoyen la Proposición 15 de California porque recuperará $12 billones al año que deben pagar las corporaciones más ricas para las escuelas y servicios comunitarios locales.